Sagrada - Miluska Fic

Dos meses después…

Xx: ¡Despertó Doc! ¡Despertó! – escuché la voz de Daniel y al fin terminé de abrir mis ojos. Me hallaba sobre una camilla con una bata blanca. Además habían muchos cables conectados a mis brazos - ¿Cómo te sientes amigo?

Tom: ¿Dónde está Danee? Quiero ver a Danee – en ese momento vinieron a mi cabeza aquellos recuerdos de lo que pasó esa noche. Me sentía una porquería… la peor basura del mundo - ¿Dónde está mi prometida?

Daniel: Tom necesito que te calmes…

Tom: ¿Qué paso con ella? – Quise levantarme pero Daniel me lo impidió – necesito verla

Xx: Danee enloqueció después que te disparó y ahora está en un hospital psiquiátrico. Los doctores que la han visto dicen que no mejorará – esas noticias no me calmaba. Ella estaba así por mi culpa. La única mujer a la que amaba ahora estaba loca. No podía creerlo

Tom: Tengo que verla

Xx: Tom acabas de despertar – trató de que me volviera a recostar – aún estás muy delicado

Tom: No me importa, necesito verla – dije muy terco

Me importaron muy pocas las advertencias del doctor y ese mismo día salí de la clínica solo para ir a ver a Danee. Daniel me puso al tanto de que me tenían prohibido la entrada así que fui algo cubierto para que me dejaran entrar. Lastimosamente una de las enfermeras me reconoció pero yo la convencía de que me dejara entrar y así lo hizo. Una vez que entró, encontré a Danee sentada sobre su cama y mirando a todos lados y hablando con ella misma. Verla en ese estado me hacía sentirme mucho más culpable.

Xx: Danee tienes visita – dijo su enfermera y me dejó solo con ella para que pudiéramos platicar. Mi novia se me quedó viendo fijamente a los ojos hasta que me senté frente a ella

Tom: ¡Hola muñeca! – Quise darle un beso en la mejilla pero ella se alejó de mí y aferró la almohada a su cuerpo creyendo que yo iba a hacerle daño – lo siento

Danee: ¿Qué sientes? – Su voz era como la de una niña - ¿Quién eres?

Tom: Soy Tom, tu novio

Danee: ¡No mientas! – Gritó – tú no eres mi novio, yo no te conozco. Además mi novio está muerto… ¡Shhh! – colocó sus dedo sobre mis labios – no se lo digas a Nadia – Danee me observaba con aquella mirada angelical. No pude resistirlo más y la abracé muy fuerte y sin darme cuenta empecé a llorar  - ¿Qué pasa Tom? – preguntó preocupada

Tom: déjame estar a tu lado por favor

Danee: ¡Está bien! Podemos ser amigos pero ya no llores ¿Sí? – separó su cuerpo del mío y tiernamente acarició mis rostros. Tomé su mano y a la aferré a mi mejilla. Luego la volví a tomar y besé su mano

Tom: ¿Cómo estás? ¿Te gusta estar aquí? – Ella negó con la cabeza - ¿Por qué no? ¿Te maltratan?

Danee: ¡No! Todos aquí son muy buenos conmigo pero no sé extraño a mi novio… ¿Tú tienes novia?

Tom: Si y la amo mucho… de hecho tu eres muy parecida a mi novia

Danee: ¿y la quieres mucho?

Tom: No la quiero, la amo más que a nada en este mundo. Ella es todo lo que necesito para ser completamente feliz pero… - de pronto sentí un gran nudo en la garganta al recordar todo el daño que le hice. De repente Danee tomó mi mano muy fuerte – pero yo le hice mucho daño, quizás no me la merezca

Danee: ¿Te cuento un secreto? – Asentí con la cabeza – No puedo recordar el rostro de mi novio pero sé que era muy hermoso como tú

Tom: Estoy seguro que el también te extraña muñeca – tan solo con verla me preguntaba a mi mismo si todo esta era una pesadilla o una terrible realidad. ¿Cómo es Danee llegamos a este extremo? Aquella noche yo no medí mi coraje y estos eran los resultados. Había lastimado y borrado de toda realidad a aquella persona que más me importaba… Danee

Danee: ¿Te cuento un secreto? – Preguntó y yo asentí con la cabeza – no puedo recordar el rostro de mi novio pero sí que me golpeaba mucho… ¡Sí! El me pegaba siempre que estaba enojado

Tom: Quizás el lo hacía porque temía perderte

Danee: ¿Perderme?... jamás pero igual lo maté. Soy una asesina

Tom: No danee

Danee: ¡Sí! ¡Sí! ¡Sí!  Soy una asesina… yo lo maté. Yo maté a mi novio. Cogí su arma y Bang Bang, el disparé. Así lo mate. Tenía su sangre en mis manos y lo maté pero no se lo puedes decir a nadie Tom… debe ser nuestro secreo

Danee no había olvidado aquello y pensar que me había matado la enloqueció por completo.

Tom: ¿y si te dijera que tu novio no está muerto?

Danee: ¡Cállate! ¡Cállate! – se tapó los oídos y bajó de la cama – él está muerto y de seguro que ahora vendrá por mí… vendrá a pegarme…. ¡Nooooo! – volvió a gritar

Tom: Danee Cálmate

Danee: vete… vete… no, no me toques… vete – traté de acercarme a ella pero Danee se corría y se puso como loca – vete, vete, vete

En ese momento entró la enfermera y me pidió que la dejara. Entraros otros enfermeros y la tomaron fuertemente ya que Danee seguía gritando que me había matado y se golpeaba contra la pared. La recostaron en la cama y le inyectaron un sedante. Preferí no quedarme más tiempo, no por hoy. Esto me estaba matando, había acabado con la vida de la mujer que más amaba. Prefería recordarla como la belleza que era antes de que enloqueciera.

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